El derecho inmobiliario y su relación con los bienes raíces
La relación entre los bienes raíces y el derecho inmobiliario más allá del concepto común
¿Alguna vez has escuchado hablar sobre bienes raíces? Parece ser un concepto bastante sencillo, de hecho, es común escucharlo en la cotidianidad. Pero, ¿Qué hay más allá de ese concepto tan sonante? Se trata de propiedades que, por sus características físicas, no pueden desplazarse ni moverse del lugar en el que se encuentran.
Existe una serie de leyes que regulan los criterios en función de la clasificación de los bienes inmuebles. Para distinguir, es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:
Bienes inmuebles por incorporación; edificios, casas unifamilares, etc.
Bienes inmuebles por naturaleza; relacionados con parcelas, desde el suelo como el subsuelo.
Bienes inmuebles por analogía; concesiones hipotecarias.
Bienes inmobiliarios por representación; relacionado con las escrituras de titularidad de la vivienda.
Bienes inmuebles por accesión; se puede decir que es el aspecto más complejo ya que se refiere a los puntos de entrada que puede tener una vivienda (ventanas, ventanales, puertas). Cuando están desinstalados se llaman bienes muebles, y al estar instalados, ya se consideran inmuebles.
En resumen, los bienes raíces son todas las propiedades inmobiliarias a las que estamos acostumbrados, es decir, en las que vivimos. Comprendiendo esto, pasamos a explicarte cual es la relación entre el Derecho Inmobiliario y los bienes raíces.
El Derecho Inmobiliario regula todo lo relacionado con los bienes raíces, es decir, no solamente establece leyes, sino que regula el uso y la fiscalidad que deben soportar. Esto se debe a que el titular de una propiedad tiene diferentes obligaciones tributarias. Te contamos cuales son las más importantes, pues sobre esta actúa la mencionada rama del Derecho.
El IBI; Impuesto sobre Bienes Inmuebles: se paga una vez al año, es un tributo de carácter directo que se establece en función el avalúo fiscal asignado al inmueble o bien, a su valor catastral. Este es aplicado por los municipios.
Impuesto sobre el patrimonio: el propósito es obligar a la tributación de las personas físicas en función de su patrimonio neto.
Impuesto sobre el incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana: Se trata de otro tributo de carácter municipal con finalidad de gravar el incremento del valor de un terreno susceptible a ser urbanizado cuando es transmitido. Su ubicación, su valor catastral y los años transcurridos desde el último cambio de titularidad son los más importantes para determinar el monto a pagar.
Impuesto sobre la Renta de las personas físicas: uno de sus objetivos es gravar la titularidad de todos aquellos bienes raíces que no producen ingresos y que son usados por su propietario. Se determina en función del rendimiento del capital inmobiliario.
En conclusión, la relación entre el Derecho Inmobiliario y los Bienes Raíces es estrecha, ya que es la que establece la ley y los parámetros referente a cada fiscalidad.